Aprender y mejorar las
relaciones empatia simpatia |
Cuando una persona habla
generalmente se le oye en cualquiera de estos cuatro
niveles: Ignorándola, no escucharla
en absoluto. Fingir: ...Si, ya.
si, correcto. Escucha selectiva,
oyendo sólo ciertas partes de la conversación. Escucha
atenta, atendiendo y centrándose en las
palabras que pronuncia.
A pesar de estas formas
de relacionarse las personas, existe un quinto
nivel, esta es la forma de alcanzar el más alto
nivel de atención, la escucha empática.
La escucha empática implica utilizar las técnicas
de la escucha activa o refleja, dando la posibilidad
de querer escuchar con la intención de comprender.
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La escucha empática viene derivada de la palabra
empatia, que quiere decir que se pone en el lugar
de la otra persona, es decir advierte sus intenciones
y pretende comprender el mundo como ella lo conoce,
de esta manera alcanzar lo que siente cuando se comunican.
Aquí se pone de manifiesto el tomar conciencia del
papel importante que juegan las emociones y sentimientos
de cada uno en las
relaciones con los demás. Identificar estos sentimientos,
ser consciente de ellos, comprenderlos y tenerlos
en cuenta facilita la relación.
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Empatia no es simpatía. La simpatía es una forma
de acuerdo, una forma
de juicio, la gente se nutre de esta emoción
y se alimenta de la simpatía, esta emoción de cordialidad le hace
ser dependiente.
A diferencia de la simpatía que tiene un área más
restrictiva, referida a las emociones, la empatia abarca tanto los
aspectos emocionales como los cognitivos, ideas y creencias. La esencia
de la escucha empática no consiste en estar de acuerdo, sino en comprender
de forma profunda y completa a la otra persona, tanto emocionalmente
como intelectualmente. La capacidad de empatizar, conectar de modo
correcto y sincero con sus emociones y sentimientos.
Consecuentemente la escucha empática contiene más
que registrar, reflejar y comprender. Es decir, compartir los sentimientos
con otro es un poderoso medio que estimula la interrelación y, por
tanto, la adaptación social, por cuanto ayuda al otro a sentirse
mejor al saber que alguien se preocupa y comparte sus sentimientos
con él.
Consecuentemente en este tipo
de relación se establecen unas
amistades más sólidas y profundas. De hecho los especialistas en
comunicación estiman que en realidad sólo el 10% de lo que se comunica,
está representado por palabras, el resto se efectúa a través de los
sentimientos y el lenguaje corporal.
En la escucha empática se aborda
la realidad profunda. Se atienden los sentimientos, los significados.
Por lo tanto, la escucha empática es profundamente beneficiosa porque
proporciona desahogo emocional.
Tras la supervivencia física de la
persona, se manifiesta la psicológica: ser comprendido, afirmado,
valorado y apreciado. A partir de ese mismo momento de sentirse estimado
y dejar satisfecha esa necesidad se puede centrar en influir o en
resolver problemas. Esa necesidad del desahogo emocional afecta a
la
comunicación en todas las áreas de la vida. La clave del juicio
correcto es la comprensión, porque si una persona empieza por juzgar
nunca podrá comprender. Por todo ello se debe procurar primero comprender,
ya que la comprensión es un principio correcto indudable en todas
las áreas de la vida y su mayor poder se pone de manifiesto en el
área de las relaciones interpersonales. Por ello, si atiende y realiza
una escucha empática, será capaz de ayudar a las personas más cercanas,
cambiara el hábito de su relación y está será más efectiva.
Se puede concluir, diciendo que no siempre las cosas son como las vemos,
y no siempre el otro las ve de la misma manera. Primero hacerse entender
y a partir de entonces empezar a dialogar.
Pasos que pueden ayudarle
en su comunicación: - Cuando alguien le cuente algo que le
ha pasado, escúchele. - Mírele a los ojos la mayor
parte del tiempo y mueva la cabeza. - Observe cuando
le hable su tono de voz, sus gestos, la expresión de su cara, su postura.
- Imagine lo que la persona esta sintiendo:
enfado, tristeza, sufrimiento, nerviosismo, miedo. - Relacione por
qué le pasa y por qué se siente así. - Trate de ponerse en
su sitio, sentir sus propios sentimientos. - Pensar en
la manera de decirle que se alegra o lo siente.
Para facilitar a otro
que empatice con usted: - Expresar de alguna manera a los que tenga
cerca y con más confianza lo que le pasa y su deseo de comprensión
por parte de ellos. - Mostrase acogedor si alguien se acerca para interesarse
por usted. - Imagínese el esfuerzo que el otro hace por estar con usted
y valórele. - Muéstrele agradecimiento por cuanto hace por comprender
sus sentimientos.
En conclusión, dada la completa necesidad de comunicación
y comprensión del ser humano no menosprecie a esas personas de su
círculo íntimo y cuídelas como a un tesoro, pues ellas son de las
que usted realmente depende, y viceversa.
Silvia Navarro |
