Soluciones para la ruptura
de pareja matrimonial |
17 soluciones para problemas
que pueden durar toda la vida:
- Rechazar como alternativa a la situación, la irreversible
decisión del divorcio. Lo importante es que los matrimonios pongan todas las energías posibles en crear un proyecto
de unidad.
- Administrar bien las actividades para poderse dar
cuenta que ahora tienen más tiempo para pensar y
hacer todas las cosas que quisieron realizar en otras
épocas. Una oportunidad para replantear su relación
de pareja y con toda su familia en general.
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Soluciones para la ruptura
de pareja matrimonial |
Los 17 pasos para solucionar la
crisis matrimonial de los 40.
- Alimentarse sanamente, hacer dieta
adelgazar y
mantener su peso ideal. Eso alejará el fantasma de
la obesidad, la hipertensión arterial, los altos
índices de colesterol en sangre y la diabetes.
- Analizar en profundidad, serenidad, inteligencia
y objetividad las cosas que por diversos motivos
ya no podrán hacer como pareja o individualmente,
sin quererlas hacer a toda costa, incluso a costa
del matrimonio.
- Aplicar el sentido común ya que la crisis de madurez
en la pareja puede superarse con una buena dosis
de entrega y lealtad, que es la total fidelidad al
otro cónyuge y a los
hijos. Tratar de erradicar el
egoísmo para conseguir los máximos niveles de humildad
que les permitan perdonar los errores cometidos.
- Comprobar que tanto para el marido como para la
mujer, como para ambos como matrimonio existen en
cada comunidad muchas alternativas en el campo médico
dietético y estético, con posibilidades que ofrecen
fórmulas para conservar ágil, no solo el cuerpo,
sino también la mente y el espíritu.
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Soluciones para la ruptura
de pareja matrimonial |
- Dialogar muy frecuentemente y con plena sinceridad
para llegar a acuerdos que les permitan conseguir
disfrutar más de la vida, saliendo más a menudo,
invirtiendo el tiempo libre en actividades enriquecedoras
y cultivando nuevas amistades. Cambiando de estilo
de vida sin hacerse daño el uno al otro. Es posible
realizar cambios pero sin perder nada de lo que tanto
les ha costado conseguir.
- Diseñar un programa de convivencia para cuando la
crisis sea motivada por lo que llaman el síndrome del
nido vacío.
- Entender que las cosas grandes se consiguen teniendo
mucho carácter y atendiendo bien lo ordinario, lo cotidiano,
asumiendo las obligaciones propias de la
familia que
han formado, el amor que la une, la profesión elegida
y las circunstancias externas, incluso las que no pueden
controlar.
- Evitar la realización de errores irreversibles, como
el abandono del hogar, salidas con personas más jóvenes
con las que normalmente no tienen cosas en común, fomentar
las infidelidades con compañeros de trabajo, abandonarse
en el alcohol, las drogas, los juegos
de azar. Huya
de las grandes inversiones en coches de lujo para aparentar
y llamar la atención, llevar ropas estrafalarias, etc.
- Evitar superar la crisis buscando salidas escapistas
al probar nuevos enfoques profesionales para conseguir
el éxito que no han obtenido anteriormente. Se auto
engañan y eso les lleva a decidirse por un camino claramente
equivocado.
- Explicar a los
hijos los síntomas, las consecuencias
y las soluciones relacionadas con este tipo de crisis
matrimonial.
- Huir de la inercia de mirar para atrás pensando si
han perdido el tiempo a causa de las tareas domésticas
y de otras obligaciones. No obsesionarse en analizar
lo que no se tiene y echarlo de menos, continuamente.
Es fácil pasar por momentos de depresión y de ansiedad,
puesto que la lucha, entre lo que apetece hacer y lo
que se debe hacer es muy dura.
- Plantear la conquista del cuerpo y del espíritu,
pues si no se ha hecho antes, ese es el momento de
hacerlo, ante la necesidad de sentirse como cuando
eran jóvenes. Pero sin practicar excesivos ejercicios
de modificación de la figura corporal o someterse a
cirugías
estética o tratamientos innecesarios.
- Practicar como pareja el voluntariado en organizaciones
religiosas, sociales o políticas.
- Reconocer que para solucionar definitivamente la
crisis
matrimonial de los cuarenta, hace falta mucho
valor, conocimientos, humildad y amor por la familia.
No basta con engañarse poniendo pequeños remedios inconsistentes
y después, hacerse creer uno mismo, que ya parece que
se ve una luz al final del túnel. Desgraciadamente
esa luz al final del túnel puede ser la de un tren,
llamado divorcio, que viaja contra nuestra dirección.
- Tratar de esclarecer los conflictos pequeños que
muchas veces por su frecuencia son la causa del enfriamiento
del amor matrimonial, incluyendo los conflictos grandes
que están abocados, antes o después, a terminar en
ruptura. |